El objetivo principal es adelgazar proponiéndonos metas realistas y asequibles en el medio y largo plazo, ello en base a una dieta y una alimentación equilibrada y fácil de mantener en el tiempo. De esta forma, nos aseguraremos alcanzar un peso ideal y, sobre todo, saludable.
Una dieta equilibrada debe incluir proteínas bajas en grasa, carbohidratos de absorción lenta (como son las frutas y verduras) y grasas buenas, distribuyéndolas de la forma más adecuada en las comidas que hagamos durante el día.

Las dietas rápidas para bajar de peso reducen kilos de masa muscular y de agua, permaneciendo en nuestro cuerpo esa grasa extra que tanto nos preocupa, dañando, además, nuestra salud, ya que producen cambios de humor repentinos o depresiones, afectando también a nuestro rendimiento intelectual.
Además, al retomar los hábitos alimentarios previos a la dieta, no sólo se recuperan los kilos perdidos, sino que se ganan otros nuevos como resultado de las agresiones alimenticias a que hemos sometido nuestro cuerpo.
Cambiar de hábitos alimentarios permite reducir la talla, tener más energía y, lo primero en que pensamos todos, no pasar hambre.
Nuestro método, con más de 25 años de experiencia, permitirá que podamos mantenernos en un peso adecuado durante más tiempo, evitando el llamado efecto rebote.
Una alimentación equilibrada nos ayudará a alcanzar nuestro peso ideal y, lo más importante, nos asegurará una buena salud.

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